¿Cómo sé si soy PAS?

Comprueba si tienes una Alta Sensibilidad

Si alguna vez has sentido que las emociones te abruman con facilidad, eres especialmente perceptivo/a a los estímulos sensoriales o te conmueves profundamente ante las experiencias emocionales, es posible que seas altamente sensible. Se trata de un rasgo de la personalidad y las personas que lo tenemos se nos conoce como PAS. En este artículo, exploraremos las características comunes de las personas altamente sensibles y cómo puedes identificar si eres una de ellas.

La alta sensibilidad se basa en cuatro pilares principales, que definen las características y experiencias de las personas altamente sensibles. Si te ocurren estas 4 cosas, es muy probable que tengas una Alta Sensibilidad. Estos pilares son:

  • Sensibilidad emocional intensa y empatía:

    Las personas altamente sensibles tienden a experimentar emociones de forma más profunda y amplificada. Puedes notar que te afectan especialmente las películas, la música o las situaciones emocionales de los demás. Cuando sientes, sean emociones agradables o desagradables, lo sientes intensamente.

    Además, la empatía es una cualidad intrínseca de las personas altamente sensibles. Tienes la capacidad de ponerte en el lugar de los demás y comprender sus emociones y experiencias de manera profunda. Esto te permite conectar y relacionarte más fácilmente con los sentimientos de los demás, lo que a menudo hace que sepas cómo hacer sentir mejor a las otras personas y seas un gran apoyo emocional para tus seres queridos. Tu empatía natural puede manifestarse en la forma en que te preocupas por el bienestar de los demás y buscas ayudarlos en momentos difíciles. Sin embargo, también es importante recordar establecer límites emocionales para no agotarte o sobrepasarte en tu deseo de cuidar a los demás. Aprender a equilibrar tu empatía con el autocuidado es esencial para mantener tu propio bienestar emocional. 
  • Percibes muchas sutilezas

    Si eres altamente sensible, es probable que tengas una mayor sensibilidad a los estímulos sensoriales, como los ruidos fuertes, las luces brillantes o las texturas ásperas, e incluso en el plano visual y de procesamiento quizás sueles percatarte de pequeños detalles no percibidos por el resto de personas. Puedes ser más consciente de los detalles y percibir matices que otros quizás pasan por alto. Esto puede llevarte a buscar entornos más tranquilos y evitar situaciones abrumadoras para mantener tu equilibrio emocional y evitar la sobrecarga sensorial.
  • Le das muchas vueltas a las cosas y las analizas en profundidad

    Se debe a un fenómeno llamado Profundidad de Procesamiento. Las personas altamente sensibles suelen ser pensadoras profundas y reflexivas. Tiendes a analizar las situaciones con detalle y a pensar en las implicaciones emocionales y prácticas de tus acciones. Evalúas y comparas escenas pasadas y las del presente para decidir la acción antes de ejecutarla. Esta sería una de las dos estrategias utilizadas y estudiadas en más especies a la hora de pasar a la acción (pensar y luego actuar) frente a (actuar y luego corregir). Por ello, es posible que te tomes más tiempo para tomar decisiones importantes, ya que consideras cuidadosamente todas las opciones y sus consecuencias. Por otro lado, esta tendencia a la reflexión profunda puede llevarte a tener una mayor creatividad, perspicacia y comprensión del mundo que te rodea.
  • Te sobreestimulas y saturas con facilidad:

    Los anteriores puntos desencadenan que te sientas saturada, abrumada, colapsada o sobrecargada con mayor facilidad. La sobreestimulación se produce cuando te enfrentas a un exceso de estímulos sensoriales o emocionales, lo que puede resultar abrumador y agotador. Quizás te sientes abrumado/a en lugares ruidosos o concurridos, tienes una mayor sensibilidad a los olores o experimentas molestias físicas debido a ciertos estímulos. Quizás esto te hace “ponerte nerviosa” o incluso tener sensaciones parecidas a la ansiedad (presión en el pecho, te falta un poco el aire…).
    Es importante aprender a reconocer tus límites y buscar momentos de calma y autocuidado para evitar la sobrecarga emocional. Aprender a manejar la sobreestimulación sensorial implica identificar qué desencadena tu sensibilidad y tomar medidas para protegerte, como utilizar tapones para los oídos, buscar entornos tranquilos o practicar técnicas de relajación.

Si te sientes identificado/a con varias de estas características y experimentas los cuatro pilares de la alta sensibilidad, es muy probable que seas altamente sensible. Si te has sentido así, que no cunda el pánico. No hay nada malo en ti. Es importante recordar que la alta sensibilidad es un rasgo de la personalidad como otro cualquiera, que es normal y válido, y no es una condición patológica. 

Es importante destacar que ser altamente sensible no significa ser débil o frágil. Al contrario, implica una mayor profundidad y riqueza emocional, así como una capacidad de apreciar y comprender el mundo de una manera única. A medida que te vayas conociendo mejor, podrás descubrir tus fortalezas y utilizarlas para nutrir tu bienestar emocional. Tener una Alta Sensibilidad puede ser una ventaja en muchos aspectos de la vida, como las relaciones interpersonales, la creatividad y la intuición.

Si crees que eres una persona altamente sensible, es fundamental que te cuides y te comprendas a ti mismo/a. Aprender a establecer límites, practicar técnicas para manejar el estrés y buscar entornos que te brinden calma y tranquilidad puede ayudarte a aprovechar al máximo tus cualidades y que la parte más pesada de este rasgo no genere mayor malestar en tu vida. Busca el apoyo de personas que te entiendan y valoren tus características, y no dudes en compartir tus experiencias con otros para crear una mayor conciencia sobre la alta sensibilidad. Acepta y abraza esta cualidad única, y recuerda que puedes encontrar formas saludables de manejar y aprovechar tu alta sensibilidad en tu vida diaria. 

Si no sabes cómo hacerlo y sientes que algunos de estos aspectos te están generando malestar en tu vida, no dudes en pedir ayuda profesional. Desde el equipo de psicólogas de Corazón de Bosque podemos acompañarte en tu proceso y ayudarte a comprenderte y cuidarte mejor.

Corazón de Bosque

Es un espacio de bienestar holístico de autoconocimiento y autocuidado. Somos un equipo de psicólogas acompañando a personas a reconectar con su Naturaleza Interior. Podemos acompañarte en terapia psicológica y encuentros holísticos.

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