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También soy Psicóloga holística, especializada en psicoterapia humanista integrativa e informada en trauma.
Además, soy una apasionada de las manualidades y todo lo que pueda crear con mis manos, y una defensora del poder de la Naturaleza sobre nuestro bienestar.
He creado Corazón de Bosque para acompañarte en tu camino de autoconocimiento, autocuidado y recuperación de tu poder personal.
Si quieres leer mi historia y conocerme un poco más…
Guío tu proceso para sanar trauma, heridas y sombras hasta que te sientas segura y confiada en tu propio Ser y en la vida.
Te acompaño a sentir el poder de ritualizar tu vida y conectar con el disfrute de los pequeños detalles.
Mi vida comenzó en conexión con la naturaleza y con mi esencia. Me encantaba jugar a que era bruja e imaginarme que hacía pócimas, e iba de un lado a otro volando en mi escoba de madera. Era intensa, pesada, mandona, líder, creída, diva, divertida, creativa, sociable, juguetona, libre. Abierta a probar y experimentar, sin miedo a fracasar o a “no hacerlo bien”. Sin miedo a no ser suficiente. También era tranquila, sensible, dulce… porque no son incompatibles. Todos mis polos, todas mis partes convivían dentro y fuera de mi. Mis luces y mis sombras.
Al crecer, fui añadiéndome capas y capas para encajar, y olvidé mi esencia. Me empequeñecí y me desconecté de mi autenticidad. Fueron apareciendo el miedo, la vergüenza, la autoexigencia.Exilié muchas partes de mi. Me reprimí por miedo al fracaso y al rechazo. Me desconecté de mi parte mágica y sensible, me desconecté de la Naturaleza y de mi propia Naturaleza.Fui creciendo y confirmando que yo no sabía ser potente, no era sabia ni poderosa. “Yo quietecita, mejor que nadie me vea”.
Pasada ya la adolescencia, volví a un entorno natural que de pequeña había significado mucho para mí. Allí, el brote verde que aún habitaba en mi corazón se destapó y empezó a crecer… empezando, desde ese día, a convertirse en bosque. Empecé a reconectar poco a poco con mi autenticidad, a recordar las cosas que me nutrían, mi sensibilidad, mi espiritualidad, mi parte “brujita”. Desde ese momento, no tuve inmediatamente todas las respuestas, pero mi bosque estaba dentro de mí, guiando mis pasos, y yo confiaba en ello.
En los últimos años, he pasado por un largo periodo de fuertes contracciones y expansiones.
Muchas veces he vivido en automático. He recurrido a excesos de trabajo y de pantallas para no encararme a lo que estaba sucediendo dentro de mí. Me he desconectado de mi autenticidad. He intentado encasillarme, me he reprimido, he vuelto a construir capas y máscaras.
A veces es muy difícil atreverte a conectar tu autenticidad, porque eso supone tomarte a ti misma en tu totalidad, con todo aquello que reprimiste para protegerte.
Pero, de nuevo, me atreví y conecté conmigo. ¿Cómo? Atreviéndome a mirarme completa, luces y sombras. Decidiéndome a hacerme cargo, a escucharme y a tomar acciones incómodas, con ayuda. Así estoy volviendo a reconectar con mi autenticidad y mi poder.
Soy consciente de todo lo que falta por crecer, sigo en el camino. Sigo explorando herramientas para volver una y otra vez a mí y a mi Naturaleza Interior y hacer mi bosque cada vez más frondoso y poderoso. Y quiero acompañarte a que el tuyo también lo sea.
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